Manifiesto por la abstención

LOS LIBERTARIOS A LA OPINIÓN PÚBLICA

Nuevamente los ciudadanos somos llamados por el Poder a participar en otro proceso electoral de la democracia representativa. Y nuevamente los libertarios llamamos a los ciudadanos a la abstención activa, a no ser cómplices una vez más de cuanto nos sucede. Y no lo hacemos en virtud de la horrorosa situación que viven millones de desempleados o de quienes no pueden pagar las hipotecas de sus viviendas a los mismos bancos que han creado otra de tantas “crisis” del sistema, ni siquiera en nombre de la rampante corrupción que afecta por igual a todos los que están lo bastante cerca del dinero que se mueve en las cercanías del Poder, sea este municipal, autonómico o estatal. No, nuestra objeción es al sistema mismo, por ser justamente lo contrario de lo que pretende, esto es: democrático. La llamada democracia representativa no es en absoluto ninguna forma de toma de decisiones por el pueblo mismo, sino por unos intermediarios que son los partidos políticos, que a su vez están sustituidos por un reducido grupo de personas que son las que de hecho mandan en ellos, y no importa que hagan elecciones igualmente representativas en su interior, pues el procedimiento es el mismo. En definitiva, de democracia nada, pura oligarquía o gobierno de unos pocos.

Que quienes salgan elegidos no harán más que lo que las cúpulas de las organizaciones que allí los pusieron digan lo sabe cualquiera, y que sean unos u otros los que nos gobiernen da lo mismo, pues las pequeñas variaciones entre unos y otros, si las hay, acaban por desvanecerse en cuanto ocupan sus despachos oficiales en nombre del “realismo”, las “exigencias de los mercados” o cualquier otra excusa.

Y ¿qué proponemos los libertarios?. Desde luego no que nos votes a nosotros, porque si nos presentáramos a las elecciones acabaríamos irremediablemente haciendo lo mismo que ellos, te pedimos que no votes a nadie y además, porque solamente por meter o no un papelito en una urna no cambian las cosas, que seas tú mismo quien decida, desde abajo, en asambleas en las que se ponga en práctica una verdadera democracia, la democracia directa, sin políticos profesionales que vivan del cuento y a tu costa. Para acabar con los males del sistema es imprescindible acabar este orden social basado en el Estado y el Capital y construir una sociedad basada en la igualdad y el apoyo mutuo. Hay de sobra para que todos podamos vivir dignamente, solo hace falta repartir equitativamente y no despilfarrar en inutilidades. No se trata de cambiar de gobierno sino de sistema.

Pensarás que eso es imposible porque desde todas partes te llegan mensajes que dicen que hay que tener un jefe, que si no manda nadie las cosas no pueden funcionar; pues bien, eso es mentira. La prueba palpable y que tu mismo puedes verificar la tienes en nuestras organizaciones, en las que no hay liberados a sueldo, ni jefes, ni representantes, en las que todo se decide en asambleas en las que participan todos los miembros y que para coordinarse no necesitan más que unos delegados con un mandato expreso y concreto para llevar a las instancias de coordinación los acuerdos adoptados. Y funciona.

Nuestro llamamiento es pues no solo a la no participación en el proceso electoral sino también a luchar permanente y activamente contra el régimen capitalista y autoritario en el que vivimos, y a hacerlo poniendo en práctica desde abajo en todas las ocasiones que se nos presenten procedimientos de democracia directa y autogestión que den paso a ese otro mundo que no sea de veras este.