Tras la abdicación

Ni monarkía ni repúblika. Pueblo contra Estado. Autogestión contra delegación. DemoAcracia.

¡Qué referéndum! Lo que hay que abrir es un proceso ASAMBLEARIO por pueblos y barrios y FEDERARLAS para crear un CRITERIO de cómo el PUEBLO puede ASUMIR LA GESTIÓN DE LA VIDA SOCIAL sin delegarla en otros, políticos que viven de la representación, de la pantomima, y que se aprovechan de esa delegación para hacer lo que A ELLOS les conviene.

Eso ha sido así para TODOS LOS POLITICOS que en el mundo han sido. Ya valió. Si no asumimos CADA CUAL EN PIE DE IGUALDAD CON LOS DEMÁS la gestión de los asuntos de nuestra vida social, los dejaremos en manos de los profesionales de la representación y además los tendremos que MANTENER viviendo tan ricamente, mientras decretan para nosotros MISERIA y SUMISIÓN.

EL REFERÉNDUM LES INTERESA A LOS NUEVOS ASPIRANTES a «representantes», a comediantes. No se trata de cambiar de amo, sino de no tener ninguno. No se trata del cambio modelo de Estado sino de la ABOLICIÓN DEL ESTADO y abrir un proceso AUTOGESTIONARIO.

Es más difícil, claro. Lo fácil es votar, delegar, no comprometerse, dejar que te gobiernen en vez de aprender a gobernarte. Pero es la exigencia del nuevo milenio. La política de la representación está muerta, es de tiempos pasados. Los nuevos tiempos exigen esfuerzo, COMPROMISO para un nuevo mundo donde la VIDA pueda ser vivida y la experiencia de vivir no se delegue. Basta de idiocia. Basta de sumisión. Política HORIZONTAL, en pie de igualdad, cara a cara, tú a tú. Los de abajo con las de abajo. Los de arriba, ¡que se hundan en su mierda!

Muerte al Estado y venga la anarkía.