México en pie de guerra social
Ayotzinapa y los 43 desaparecidos, punto de inflexión en las luchas populares
Al Loro y El Muxicu en Radio Cucaracha, tarde de los viernes de 5 a 6 y de 6 a 7,
fusionan aquí sus espacios, como siempre que la importancia y amplitud del tema lo exigen, para entrevistar en esta ocasión a una compañera libertaria mexicana con quien, a través de su conocimiento directo de las luchas proletarias en su país, tratamos de comprender las causas que han llevado a una situación de levantamiento popular en México. El descomunal salto en la aplicación de la violencia del Estado y sus aliados de los «narcos», responde a una concienzuda estrategia que ha extendido el terror entre la población como medio de contención de la sublevación popular ante la rapiña y el expolio de la riquezas nacionales –petróleo, gas y minería, principalmente– organizado por la gran burguesía mexicana a través de las privatizaciones en beneficio propio, pero sobre todo del poderoso vecino del norte del que, desde hace décadas, el gobierno mexicano es un mero títere. En la economía globalizada el Capital mexicano, subordinado al yanqui, abre puertas al negocio de compra-venta del Capital financiero e inversor internacional. Ello supone un empobrecimiento aún mayor de los sectores populares en un país donde el reparto de la riqueza favorece de modo escandaloso al reducido sector de los ricos, entre los que están los más multimillonarios del mundo. La lógica protesta y movilización del proletariado se intentó contener con la política de terror que ha provocado asesinatos, desapariciones, fosas comunes, feminicidio campante, que se adjudican a los «narcos» pero que está diseñada por el Estado mexicano en conjunto con servicios secretos americanos, israelíes y franceses. La situación ha llegado a un punto –del que los hechos de Ayotzinapa son la punta del iceberg– en que una de cada tres familias ha sufrido una situación de violencia externa, y en la que la gente cada vez más se lanza a la lucha porque, lo haga o no, sufrirá tarde o temprano la agresión del terrorismo estatal.
